11 marzo 2014

Novela 2º A

Capítulo 1: Un día normal (Héctor Barbero)
Daniel se levantó del pupitre con la esperanza de haber aprobado el examen global de
lengua. Según cogió los cuatro folios supo por la mirada de la profesora que no le había
salido bien. Dió la vuelta a las hojas y ahí estaba, el tres que se merecía y que contaba
para la gran familia de suspensos que obligarían a Daniel a repetir. Repasó el examen en
busca de algún fallo de corrección, pero la profesora lo corrigió todo al milímetro. El chico
se levantó y entregó el examen a la profesora, la cual ya sabía que Dani repetiría.
Ademas de lengua el chico llevaba a sus espaldas matemáticas e historia. Pero lo peor
será llegar a casa con esta nota.
Daniel salió del ascensor, abrió la puerta de casa y... ahí estaba su madre esperando
impaciente la nota. Sin mirarla a la cara, el chico, en un tono de voz que solo un microbio
podría entender, dijo la nota a su madre. Esta, milagrosamente la entendió y le dió tal
colleja que le dolió hasta a su “hommo sapiens”. El chico se metió en su habitación, y
sentado en la silla de su escritorio divisaba el infinito desde Urano. Sin saber que hacer
ante la esperada reacción de su padre, (mortal), se le ocurrió que quizá debía escaparse
de casa. El chico cogió el primer cohete de Urano a la Tierra y volvió en sí. Preparó la
mochila, en la que metió lo mas importante en su vida, su consola portátil “turbo games
6000”, su reloj digital del bazar del chino de la esquina, unos chicles con sabor a fresa y
todos sus ahorros, unos 4 euros con 86 céntimos y dos botones. Dejó la mochila debajo
de la cama y se fue a cenar.
En la mesa el panorama se puso peor, ya que su madre le riñó y riño y volvió a reñirle,
todo con apoyo de su hermana Carolina, quien no despegaba los ojos de la pantalla de su
I Mone 5 s, con el “Whosepp”, chateando con su novio, el que solo tenía en mente que su
equipo ganara, en salir de fiesta y en pasarse el video juego “Hack ops 2”. Al acabar de
cenar su madre le dijo que hoy su padre volvería mas tarde del trabajo, y ahí vió Daniel la
oportunidad de escapar de casa.
El joven, ya metido en la cama, escuchó como su madre apagaba la luz y se iba a la
cama. A continuación se levantó con cuidado impidiendo a los muelles de su cama que
sonaran, se vistió, cogió la mochila y salió por la puerta. Entonces escuchó el ruido del
ascensor, era su padre. Daniel se ocultó detrás de un mueble y pudo comprobar como su
padre no venía de trabajar, sino que venía de hacer su ruta diaria de bares. El chico se dió
cuenta de eso debido a que su padre estaba casi desvestido, olía a alcohol y porque se
estaba comiendo los cordones de su zapato en vez de los espaguetis de la cena. Su
padre de repente cayó redondo al cercano plato de espaguetis mientras roncaba haciendo
lo que Daniel llamaba “sonidos de ultratumba”, roncar como si no hubiera mañana.
Entonces el chico vió la oportunidad de escapar y lo hizo.
Abrió la puerta del portal y vió entonces la fría y silenciosa calle. Decidió partir hacia la
derecha, donde unos kilómetros mas allá estaba el bosque, donde nadie lo encontraría
jamas.

Capítulo 2: La Fuga (Isabel Carranza)
Daniel estaba  a pocos metros de llegar al bosque cuando se dio cuenta de que se le había olvidado el cargador de su consola portátil turbo games
6000, se dio la vuelta pero no pensó que sus padres podrían estar despiertos.
Cuando llego al portal dejo la mochila escondida en el cuarto de contadores, subió los dos pisos por las escaleras para intentar hacer el menor ruido posible ya que el ascensor era un poco viejo y hacia demasiado ruido. Abrió la puerta de su casa con cuidado se fijó en que su padre seguía dormido en la silla del comedor. Al entrar en su habitación se resbalo con el monopatín que siempre permanecía en el medio, oyó como sus padres y su hermana se acercaba a la habitación y rápidamente se escondió en el interior del armario.
Cuando su familia entro y no lo vio durmiendo en su cama, miraron debajo de la cama, en el sofá, incluso en la habitación de invitados. Su madre cogió rápido el teléfono y llamo a la policía, su hermana lo público por todas las redes sociales, mientras su padre que seguía un poco ebrio salió a buscarle.
Más tarde salieron su hermana y su madre, cuando no había nadie en su casa, salió del armario para buscar su cargador y comer algo. Bajando a por su mochila se le ocurrió que si iba en bici tardaría menos en llegar y nadie lo vería.
Después de coger su bici y encaminarse hacia el bosque cambio de dirección para ir al centro comercial de su barrio y pasar el resto del día allí. Cando la bici en la parte de atrás del centro comercial para que nadie la viera.
Cuando estaba dentro del centro comercial, se coló en los cines para que la menor gente posible se enterara de que había estado allí.
Cuando entro al cine se encontró con el novio de su hermana y le pregunto que donde iba, Daniel le contó que había suspendido el examen y se había ido de casa y el reto de la historia.
Carlos que así se llamaba el novio de su hermana, le dijo que sería mejor si volvía a casa y le contaba a su familia porque se había escapado de casa. Daniel le dijo que no porque su padre le trababa muy mal y no iba a entender todo lo que sufrió cuando suspendió el examen y su madre junto a su hermana le había reñido. Carlos le ofreció su casa para que pudiera pasar los días hay y no en calle como un vagabundo. Pero con la condición de que cuando fuera su hermana se tendría que esconder el garaje. Daniel acepto y le pidió las llaves de su casa y  la dirección  para salirse de la película coger la bici e irse a su casa a refugiarse.
Carlos se lo explico todo al mínimo detalle y le dijo que guardara la bici en el sotechado del jardín trasero, pero que tuviera cuidado porque sus vecinos eran muy cotillas y al mínimo ruido se asomarían a las ventanas para ver que estaría haciendo.

CAPITULO 3: El escondite. (Helena García)
Con cuidado entraron en la casa de Carlos , sin que la vecina cotilla los pillará ,Daniel y Carlos se acomodaron en aquel pequeño piso y se pusieron a jugar a la consola portátil turbo games 6000 , así pasaron toda la noche pegados a la pantalla de aquel juego , al día siguiente Carlos despertó bruscamente a Daniel diciéndole que escuchara la radio , en ella se escuchaba la voz de un hombre narrando la noticia de que un chico de 15 años  que se había escapado por una discusión con sus padres , decían que si sabíamos algo de él que llamáramos a la policía ,Daniel se quedó completamente alucinado ya que no pensaba que la consecuencia de sus actos iba a ser tan drástica , pero ya no había vuelta atrás y lo único que podía hacer era huir , le dijo a Carlos que no le quería meter en esto , cogió sus cosas y se fue .
Daniel se dirigió al bosque allí nunca lo podían encontrar y ya que era de día podría encontrar un buen lugar donde esconderse y encontrar un refugio , empezó a adentrarse en aquel inmenso bosque , tenía grandes árboles , pequeños arbusto y al fondo se oía el ruido del agua y de los pequeños animales , Daniel se adentraba cada vez más hasta que encontró el lugar perfecto , al lado de una hermosa cascada , Daniel cogió de su mochila un par de regalices y pensó donde podía crear su refugio , entonces oyó unos disparos eran los cazadores , por lo que se asustó e intento esconderse para que no descubrieran su escondite se escondió detrás de la cascada cuando se coló por un gran agujero , estuvo varias  horas inconsciente por el golpe , pero cuando despertó se sentía realmente asustado ya que se hacía de noche y tenía que intentar salir de allí , el lugar donde había caído no era un agujero si no una especie de pasadizo así que cogió su mochila y encendió su linterna y empezó a investigar , parecía que en aquel lugar vivía gente ya que estaba todo muy limpio y repleto de pinturas en las paredes , cuanto más se acercaba más le fascinaba aquel sitio aunque a la vez sentía miedo por lo que podía encontrar ,Daniel encontró una puerta repleta de piedras preciosas y como era un chico muy curioso decidió abrirla ,allí encontró una cascada y unas mesas repletas de manjares cuando en el momento más inesperado algo o alguien lo atrapó.

 
Capítulo 4: Tras el lío el río (David Añibarro)
Para su sorpresa, aquellos hombres eran los cazadores, pues tenían las escopetas en las manos. Daniel se intentó esconder pero sin querer tiró una bandeja vacía al suelo de las sobras de aquellos manjares cuando intento meterse bajo una mesa. Uno de los cinco cazadores se adelantó, metió la mano bajo la mesa y sacó a Daniel de una pierna, y el resto, cuchicheaba sobre lo que le harían. El más listo pensó que lo mejor sería soltarle, pero otro reconoció que era el chico del periódico y se meterían en un lío. El que le tenía sujeto se llamaba Diego , y era el líder del grupo , tras pensarlo unos segundos fue a una especie de celda y le metió allí con lo que parecían ser restos de animales y huesos, muchos huesos . Como estaba en la parte más interna de la cueva, Diego y el resto no le podrían ver mientras comieran. Después de muchos intentos de liberarse de aquella celda, vio una pequeña piedra bastante afilada con la que podría cortar cualquier cosa y se la guardó en un bolsillo. Esperó hasta que los cazadores acabaran de comer y en el momento que acabaron , pensaron que podrían dar recompensa a aquel que llevara el niño sano y salvo , pero como siempre estaba el que no estaba de acuerdo dijo que ganarían mucho más dinero por el sí pedían un rescate . Para llamar a sus padres lo único que hicieron fue perderle el número  Daniel. En la llamada Diego habló con la madre de Daniel que se puso muy nerviosa al oír noticias de su hijo pero tras escuchar que le tenían apresado, empezó a llorar, y si decían algo a la policía sería peor, acabó con que si quería volver a verle estuviera atenta al móvil. Daniel escuchó la conversación y pensó que tenía que salir de allí de cualquier forma y lo antes posible. Con su “cuchillo”, al entrar Diego, consiguió herir a Diego clavándoselo en la pierna. Posteriormente huyó sin mirar atrás. Cuando el resto de cazadores vieron y oyeron a su líder uno de ellos se quedó con el mientras los tres restantes fueron en busca del niño. Daniel, tan cabezota como cuando se fugó, quiso no volver a casa y cruzó con mucho esfuerzo en inmenso río. Tardó tanto que cuando llegó al otro lado de la orilla, los cazadores ya le habían visto y sin dudarlo le siguieron. Unos tres minutos corriendo encontró una casa de madera y llamó a la puerta. Allí le abrió un señor con pinta de buena persona ya que le dejó pasar y tras explicarle lo sucedido le dijo que se podía quedar lo que necesitara. Allí estuvo dos noches y decidió ir en la dirección contraria a la cueva. 


Capítulo 5: El refugio de Daniel (David González)
Daniel se refugio otra vez  en la cueva, pero empezó a andar muchos metros, incluso hasta un kilómetro y encontró un enchufe y enchufó su consola portátil “ Turbo Games 6000” y estuvo jugando 5 horas al “ Hack ops 2”.
Se quedó dormido jugando y cuando se despertó vió todo muy oscuro, evidentemente no estaba en la cueva, estaba metido como en un tipo de caja de madera. El daba golpes y no conseguía abrir, cuando el lo pudo abrir se encontró a unos militares apuntándole
Los militares estaban en un tanque con unas escopetas.  Lo que estaba viendo Daniel era exactamente igualito que su juego de la consola.


Daniel estaba super ilusionado, sabia perfectamente lo que tenia que hacer, tenia dos opciones, salir corriendo y cargarse a esos mequetrefes, a si que el con todas sus fuerzas empezo a repartir golpes a todos los militares presentes, y cuando mató a todos el salió  corriendo pero no sabia exactamente a donde tenia que ir.

Era  super raro, preguntaba a la gente , pero solo se encontraba a moros por la calle y no les entendia absolutamente nada.

 

Capítulo 6: El Almacén (Carmen Gómez)

Daniel iba andando por la calle desconcertado, cuando vio un edificio abandonado y decidió meterse dentro. Abrió la gigantesca puerta y entró de pronto la puerta se cerró de golpe provocándole un micro infarto a Daniel, cuando se recuperó abrió su mochila en busca de su reloj que además de tener cronómetro, tenía luces, para conseguir ver algo en aquel inhóspito almacén. Daniel se dio cuenta de que su fantástico reloj no le serví mucho, pero el creyéndose un gato ir a tientas, error que le costaría ese terrible moratón. Aun así el siguió caminando a oscuras  y las manos hacia delante cual sonámbulo de dibujos animados, entonces fue cuando se tropezó con una caja que le llegaría por el costado. Tuvo varios intentos, fallidos, de abrirla caja y ya en el último esfuerzo consiguió su objetivo; introdujo las manos dentro y fue palpando se encontró desde papel de burbujas hasta un mechero. Cogió el mechero lo encendió y ante sus ojos se encontró con un almacén enorme y frío muy frío. Poco a poco Daniel fue mirando cada una de las paredes detenidamente y se percató de que en cada una de ellas había dos puertas. Se acercó a la una de las cuatro paredes e intento abrir la puerta, pero se dio cuenta de que no era más que una puerta pintada en la pared, esto no lo desánimo y siguió probando. Probó en todas las puertas y en todas no había nada de nada, sólo un muro de hormigón. Probó en la última, abrió la puerta y…para su sorpresa esta vez había una especie de mundo paralelo, inmediatamente cogió su mochila y entró, investigo la zona y realmente era un paisaje idílico, encontró un lago, un pequeño bosque y un gran desierto. Decidió adentrarse en ese mar de arena y caminó, caminó y caminó. Se estaba haciendo de noche y a pesar de la realidad de los desiertos (sus noches congeladas) el sentía bastante calor. Se tumbó en la arena, utilizó su mochila a modo de almohada y allí en medio de la noche se quedó dormido.

A la mañana siguiente con los primeros rayos de Sol que recibió su piel se levantó y empezó a caminar;  llevaba dos horas aproximadamente, caminando cuando piso algo muy duro, parecido al asfalto,retiró la arena y se halló un tejado toqueteó y empezó  a temblar el suelo hasta que allí delante de él se encontró cona enorme mansión.


Capítulo 7: La mansión. (David Espeso Pastor)

Cuando se levantó de la caída, lo primero que hizo fue mirar hacia arriba en busca de la salida pero rápidamente volvió la vista hacia la mansión tras ver una especie de escaleras de caracol que rodeaba aquel hoyo. Se acercó a la puerta, la abrió y se adentró en esa enorme casa. De frente había dos escaleras, las cuales llevaban al mismo sitio. Cada vez daba los pasos más cortos hasta que se encontró agobiado y pregunto: ¿Hola? ¿Hay alguien? Y solo se escucharon ruidos de madera vieja que él mismo producía con sus pisadas y entonces se tranquilizó. Decidió subir por las escaleras. Allí vio muchas puertas pero una era el triple de grande que otras. Pensó: Lo típico. Sabía que si había alguien en esa casa estaría ahí, seguro. Abrió la puerta lentamente y ¡premio!, había alguien. Estaba sentado en una silla mirando hacia atrás entonces no pudo verle la cara. Cerró la puerta y se escondió detrás de un sofá. Ahí se puso a pensar que no podía hacer nada escondiéndose entonces, se levantó y se puso delante de la mesa. Saludó. Se giró la silla y ahí se hallaba un anciano vestido con un traje negro parecido a los agentes secretos. Hola Daniel, dijo este. Daniel se empezó a preguntar como ese tipo sabía su nombre pero no le dio tiempo a plantearse teorías porque el anciano se levantó y le guardó un objeto en el bolsillo de su mochila. En ese instante le mando salir de esa casa. Daniel obedeció. Salió por las escaleras de caracol que divisó al principio y se tiró en la arena. Sacó el objeto de su mochila.

Capítulo 8: El sueño. (Eduardo Gallego)

Daniel se dispuso a sacar el objeto, era un anillo, con una escritura muy extraña, parecían jeroglíficos. Al ponérselo no sintió nada Cuando sus tripas sonaron pensó: “Ojalá tuviera aquí un bocadillo de tortilla de esos que me hacía mi madre de almuerzo para llevarme al recreo” y de repente lo tenía ahí ante sus ojos, se imaginó que eso sucedía por llevar el anillo puesto. Entonces imaginó que tenía la nueva “turbo games 6500” que la había visto anunciar en la tele, y también la poseía en sus manos. Siguió así hasta que se cansó y se dio cuenta que todo eso era demasiado bonito para ser cierto, así que se pellizcó. Se despertó sobresaltado otra vez en esa cueva variopinta. Al reponer fuerzas comiéndose uno de los dos regalices que tenía en la mochila se dio cuenta que los cazadores le estarían buscando así que salió con cuidado observando bien el terreno. Al estar medio dormido no se dió cuenta que Diego estaba por esa zona vigilando, malamente por su herida en la pierna,  al percatarse de que estaba ahí, se escondió  detrás de una piedra esperando que no le haya visto. Respiró hondo y se asomó para asegurarse de que no estaba ese odioso cazador. Al asomarse no vio nada, pero al salir confiado, Diego le atrapó, como era muy avaro decidió llevárselo a su casa sin comentar nada a sus compañeros para llevarse él solito toda la recompensa. Antes de llevárselo a su casa le tapó los ojos, le ató las manos y los pies y le puso cinta adhesiva en la boca para que no pudiera hablar. Al llegar a su casa le destapó los ojos, era un piso cochambroso, estaba desordenado y apenas había luz debido a sus bombillas de bajo consumo. Tenía una tele bastante pequeña y con bastante polvo eso quería decir que era bastante pasota en las tareas del hogar o que ese era su “piso franco”.
Cogió a Daniel y le puso encima de un sofá muy antiguo con una manta echada por encima al lado de su mochila. Entonces Diego cogió su teléfono y llamó a la madre de Daniel en número privado.



Capítulo 9: EL SECUESTRADOR (Alicia García García)
Daniel estaba en aquella vivienda que por un momento le resultaba familiar. El secuestrador se encontraba en este peculiar piso franco, mirando hacia la ventana, llamaba a la madre de Daniel con el móvil de última generación que anunciaban por la televisión. Y de repente Daniel observó en su brazo un tatuaje del símbolo del Ging y el Gang que había visto antes en otra persona y se parecía al de... ¡Carlos! El individuo que le había raptado era el novio de su hermana, por eso creía conocer la casa. Era la de los padres de Carlos que habían muerto hace años en un accidente de coche y el verano pasado vinieron aquí su hermana y él para pasar una semana de vacaciones.
Carlos se percató que Daniel le había  reconocido, así que cortó la llamada con su madre, debido a que nadie le contestaba y estableció una conversación con él: -Ya sé que me has conocido desde del primer minuto, puedes realizar esa pregunta tan deseada que se te nota en los gestos de la cara.
Con un fino y suave hilillo de voz que casi no le oía ni el cuello de su camisa soltó << ¿Por qué me has secuestrado?>>
Carlos le contestó: -por dinero, para ser el héroe de tu hermana y por muchas cosas más-. En ese mismo instante Daniel se abalanzó contra Carlos pero este pudo retenerlo antes de que su puño llegará a tocarle la cara y le dijo:-bueno, bueno… si tenemos en persona al mismísimo Daniel El Travieso-. Acabada la oración le ató en una silla con un par de cuerdas y le comentó:- ¿no querrás saber cómo planee todo esto?-.
Carlos empezó a relatar toda su magnífica idea: -cuando viniste a mi casa sabiendo todo lo que había ocurrido, mientras dormías instalé un micro localizador en tu consola turbo Game 2000, así te podía tener  localizado en todo momento. ¿Te acuerdas de lo ocurrido con los cazadores en el bosque? ¿Lo del almacén? Todos los sucesos pasados no fueron por casualidad, estaban pensados, preparados e ideados minuciosamente por mi glamurosa mente.

Daniel con la boca tapada realizaba gestos, aspavientos y movimientos bruscos para intentar quitarse aquellas malditas cuerdas que le cortaban la circulación de las manos.
Justo se dio cuenta del objeto que le había dado aquel peculiar señor de la mansión del desierto, asombrosamente era un anillo que le concedía todos sus deseos aunque en realidad todo había sido un sueño.
Gastó sus últimas energías para sacarse aquel objeto de la manga y para su sorpresa era una… ¡navaja! Sabía que ese utensilio le iba a servir de gran ayuda, trató de abrirla, cortó aquellas cuerdas y esperó a que Carlos se despistara y poder salir corriendo de ese lugar.
Carlos recibió una llamada, Daniel pensó que era su madre, mas no era ella. Lo supo cuando Carlos empezó a hablar en árabe. Pero, ¿qué ocurría? ¿Desde qué momento hablaba en árabe?  No comprendía nada de lo que pasaba   todo era de lo más extraño.
Daniel entendió que esa era su oportunidad, no podía distraerse ni un segundo más. Se soltó y salió despacio sin que  Carlos se percatara que su intención era la de escaparse.
Nada más encontrarse fuera de aquella habitación, empezó a bajar las escaleras. Sabía que no tenía mucho tiempo, oyó un grito de alarma y se dio cuenta que esos escasos minutos de ventaja se habían acabado. La suerte estaba echada. Pensó que la única manera de poder despistar a Carlos y a los guardias era esconderse en aquella casa.
Daniel recordó aquel día interminable recorriendo todos los recovecos de la casa para jugar al escondite con su hermana. Era una manía que no podía evitar hacer, pero en este caso le sirvió como una vía de escape.
Fue hacia el desván, allí se encontraba aquel baúl vacío que le había servido de escondite perfecto en aquellas calurosas noches de verano. Decidió meterse en él para no ser nunca descubierto. Ahí empezó a recordar todo lo acontecido las semanas anteriores, ¿cómo podía haber ocurrido todo aquello?
¿Cómo pudo pasar? Su intención era irse un par de días y volver. En esos instantes echaba de menos los besos de su madre, la comida que preparaba su hermana y muchas cosas más.
Poco a poco el cansancio le fue venciendo, sus parpados y sus ojos se le iban cerrando poco a poco, pero Daniel intentaba mantenerles abiertos para que si Carlos lo encontraba no le viera vulnerable. Carlos no sabía que podía hacer con él, matarlo, torturarlo, encerrarlo sin comida ni bebida… la primera opción era la que más apuestas tenía según Daniel.
En aquel instante no pudo aguantar  más el cansancio acumulado durante todo del día y que tanto pesaba sobre su espalda, se estaba quedando dormido. 


Capítulo 10: DANIEL ES ÚNICO. (Natalia Crespo)

Daniel había perdido la noción del tiempo. Cuando se despertó, no sabía desde cuando estaba metido en aquel baúl. Podían haber sido  minutos, horas, incluso un día entero porque con tanto ajetreo no había pegado ojo desde hace por lo menos dos días.
El silencio reinaba en el desván. Abrió poco a poco el baúl y se aseguró mirando a través de una rendija de que allí no había nadie. Cuando estuvo seguro, salió muy despacio. Todo se encontraba a oscuras y no se oía ningún ruido. Se acercó a una trampilla, observó a través de ella  y cuando creyó que podía estar a salvo, se decidió a bajar las escaleras. La casa estaba vacía, no había rastro de su secuestrador. Entonces decidió salir por la puerta de atrás y ponerse a salvo. Sin embargo, algo pasó. Por la ventana de una de las habitaciones vio como un grupo de hombres, entre los que se encontraba Carlos, se hallaba reunido en torno a un gran automóvil con los cristales tintados.
Después de varios minutos pensando en todos los riesgos que había si Carlos lo descubría, se armó de valor y lo intentó. Daniel decidió salir, para ver lo que estaba ocurriendo afuera. Cada paso que daba era un recuerdo. Aquellos momentos con su hermana, su madre e incluso su padre eran inolvidables. Iba a abrir el pomo de la puerta cuando llamaron al timbre. Era Carlos, se le habían olvidado las llaves. Para gran sorpresa de Carlos el que abrió la puerta fue Daniel. Carlos intentó que no saliera de casa, pero Daniel era tan ágil que no le pudo detener. Corrió como un lince sin mirar atrás, hasta que llegó a su casa. No se atrevió a entrar por lo que se escondió en un jardín cercano. Cuando pasó Carlos con sus amigos buscándole, les oyó hablar sobre un medicamento que iba a salvar la vida de muchas personas, que sería un gran éxito y, también que sería Daniel el conejillo de indias, la persona elegida para probar el nuevo medicamento y ver si funcionaba o no. Carlos y su pandilla no se cansaban de buscarle, por lo que sus miedos fueron aumentando. Daniel no entendía nada, ¿Cómo había conseguido Carlos contactar con esa gente?, ¿Por qué tenía que ser él la persona elegida para probar sus experimentos? ¿Qué intenciones tenían toda esa panda de matones?
Necesitaba encontrar respuestas, tenía que ponerse en contacto con su hermana, igual ella conocía los movimientos de su novio o de alguno de sus amiguetes. Todo era muy extraño, sin embargo Daniel, recordó algo que le contaron sus padres hace tiempo. Al poco de nacer, Daniel enfermó gravemente. Los médicos dijeron a sus padres que no viviría más de 48 horas, sin embargo, milagrosamente, sin saber porqué Daniel se recuperó de una forma asombrosa. Nadie daba crédito a lo sucedido. Le hicieron multitud de pruebas y averiguaron que Daniel tenía un sistema inmunológico que le hacía único en el mundo.
Ahí estaba la razón por la que le querían secuestrar, seguro que su hermana le había contado a Carlos lo de su enfermedad  y su asombrosa recuperación y ahora él,  quería aprovecharse para forrarse de dinero, creando una vacuna igual a su sistema inmunológico.

Capítulo 11: El experimento (Adrián Bailes)

Tras hablar con su hermana se enteró que sí que había sido ella la que le había dicho a Carlos lo de su extraña inmunidad y por eso le buscaban. De repente aparecieron de la nada corriendo como locos para capturarle. Al salir corriendo tropezó y se cayó. Consiguió ponerse a salvo escondiéndose. Abrió la mochila para jugar con la Turbo Games 6000 pero descubrió que estaba rota. Se acabó la consola. Al levantarse una mano lo aferró por la pierna y lo tiró nuevamente al suelo, le habían capturado. Le pusieron un pañuelo en la boca y le anestesiaron. Ese sueño le vino bien a Miguel ya que se relajó y pudo pensar que alguien nuevo le había capturado ya que no parecía ninguno de los matones anteriores, este era un secuestrador muy bien organizado.  Al despertarse vio que se había equivocado con la reflexión anterior porque, al aclarársele los ojos pudo observar a su captor y a Carlos. Estaba atado de manos y pies, completamente inmovilizado. Carlos se acercó con una jeringuilla que debía de medir medio metro por lo menos y este se la inyectó. Miguel sufrió alucinaciones, vio perros hablándole, gatos perseguidos por conejos y peces ahogándose, por último se desmayó.




Capítulo12: Villalucinatis (Ismael García)
Daniel se despertó, abrió los ojos lentamente, con muescas de dolor. Daniel tenía los ojos irritados, sin conocimiento alguno de lo que había pasado antes. Daniel se levantó, estaba tumbado en una mesa junto a una mesita con artilugios médicos y una jeringuilla vacía con una aguja de medio metro, era la que usaron para inyectarle la sustancia. Daniel se observó el brazo, tenía una gasa sujeta con una goma marrón, agarrada alrededor de su brazo. Debido a su irritación ocular, lo veía todo como borroso. Daniel dio unos cuantos pasos al frente, mientras se estabilizaba, iba tan sedado que parecía un zombie con prisa. Estaba en una especie de laboratorio con forma de cúpula, ya sabes, pared de baldosas de cuadros alternados: negro y blanco, grandes focos, y muchos botones en aparatos con pantallas viejas. Daniel se acercó a una puerta blindada, tomo el pomo con la mano izquierda y lo bajó para abrir la puerta, en ese momento, el suelo empezaba a temblar. Daniel se retiro unos pasos, al ver que alrededor de la puerta, se agrietaban las paredes. El espacio interior de las grietas cayó en una especie de vacío oscuro, como el espacio en un juego de su consola. Entre el vacío negro, apareció una jungla. Daniel caminó bajándose del suelo frío del laboratorio pisando la tierra húmeda de esa jungla. Cada minuto que pasaba, la jungla se iba haciendo más oscura, o eso, o a Daniel le estaba ocurriendo algo. De vez en cuando Daniel se frotaba los ojos, le picaban demasiado. Daniel se paró enfrente de unas raíces gigantes que daban lugar a un árbol de 1000 metros de altura. Daniel se acercó poco a poco, mientras pasaba las manos por la corteza, observando aquel magnífico árbol. Daniel notó con los dedos un extremo en el árbol, ¡Era un botón dentro de la corteza! Daniel lo apretó, lo que hizo sonar una melodía de ascensor. Al frente de Daniel se abrieron las cortezas a los lados, dejando un hueco en el interior, con luces, y un espejo de cuerpo entero. Daniel entró, cerrándose la puerta de atrás. Daniel observó que era un ascensor, y se dirigió a los botones, solo había 2, Planta Nº 1235 y la Planta Actual. Daniel apretó el botón de la Planta Nº 1235 y el ascensor empezó a bajar rápidamente. La velocidad era tal, que Daniel empezaba a flotar en aquel espacio tan pequeño, sus mejillas parecían olas moviéndose, Daniel llegó a tocar el techo con luces del ascensor. El ascensor paró en seco, haciendo que Daniel, por inercia, cayera de golpe contra el suelo. Daniel perdió el conocimiento en aquel golpe, se encontraba en el suelo, tirado boca abajo. En aquel momento las luces del ascensor parpadearon y las puertas se abrieron al son de la melodía de ascensor. Daniel, tras 20 minutos inconsciente, se levantó frotándose la frente, la cual la tenía morada del golpe. Miró al frente, ¡Era la cocina de su casa! Daniel pasó al frente y, cuando tocó una baldosa, esta se cayó en el vacío. Daniel se quedó sin suelo estable, y cayó mientras gritaba. Daniel abrió los ojos de nuevo y se dio cuenta de que era una alucinación, los efectos de la inyección le jugaron una mala pasada. Se encontraba tumbado en una silla confortable, estaba atado con unas sogas podridas. Subió la cabeza y ahí estaban unos desconocidos, iban vestidos igual, menos uno, que tenía un trapo de limpieza de la mesa a la cabeza sujetándole unas rastas de color negro. Aquel que parecía el que mandaba se limitó a decir unas palabras en cuanto vio que Daniel se despertaba. El señor dijo…

Capítulo 13: plan de huida (César González)

¡mirad ha abierto los ojos!  dijo el señor que tenía pinta de mandar, también dijo que trajeran un cubo de agua lleno, cuando trajeron el cubo media ocho metros y contenía  2500 litros, Daniel intentando poner la mirada al frente vio un cubo de agua gigante y  el se estaba  imaginando lo que iba a pasar, se estaba imaginando que le iban a tirar el cubo encima ya que le gustaría porque llevaba mucho tiempo sin darse una ducha, también se imaginó que estaba teniendo una pesadilla de la cual pronto iba a despertar, pero esto no sucedía, cada vez se complicaban más las cosas , temiéndose que lo que vivía iba a ser realidad. Al recibir el agua en su cara se dio cuenta que era un cubo normal el cual le alivió bastante su cansancio reanimándole un poco. Uno de los hombres le dijo: no temas nada y haz cuanto te digamos si quieres que te devolvamos a tu familia. Daniel reconoció que lo habían secuestrado, y no tardarían en pedir dinero a sus padres para obtener la libertad. Sus padres, no andaban mal económicamente, pero no hasta el punto de poder pagar las grandes cantidades que suelen pedir en estos casos , se imaginó el disgusto que tendrían su padre y su madre y la angustia que estarían sufriendo, aparte del peligro que su propia vida corría. Se hundió cada todavía  más cayendo en una profunda depresión  , que no le dejaba pensar .Pero pasadas tres horas reaccionó llegando a pasar por su imaginación la huida, sería muy difícil y peligroso. Esta sería su única salvación, por lo que empezó a preparar su escapada. Lo primero sería soltarse de las cuerdas en el momento que le hubiesen dejado sus captores. Pero de que forma lo haría, si no tenía ninguna herramienta . En  unos de sus movimientos observó que de la silla donde estaba sentado sobresalía una punta muy cerca de sus muñecas que le llego a hacerse un corte en la mano. Esta sería su solución……




Capítulo 14: La escapada. (Lorena García Díez)


Los captores hablaban delante de Daniel sobre las cifras que podían pedir para su rescate. El chico casi ni les escucha el estaba pensando en cómo escapar de ese sitito para poder regresar con su familia, a la que echaba mucho de menos. Los señores de fueron dejando a Daniel solo y planeando su huida. Sería complicado escapar tenia las cuerdas muy prietas casi ni se podía mover. Cogió la punta que sobresalía de la silla intentando rajar las cuerdas de las muñecas. Le costó quitarse las cuerdas un buen rato pero al final lo logro. Se quito las cuerdas de los pies con las manos y las tiro al suelo, luego se levanto. Esperando que no entrase nadie a la sala Daniel se acerco a la puerta que sus captores dejaron abiertas pensando que el niño no se iba a mover del miedo que tenia. Silenciosamente Daniel daba pasitos hasta alcanzar la puerta, abrió sigilosamente vigilando que no viniese nadie salió de la sala. Empezo a correr sin mirar atrás buscando desesperadamente la baldosa por la cual se hundió y calló fuertemente apareciendo en el mismo lugar que esos hombres. No encontraba nada. El chico empezaba a tener miedo tras todos los sucesos ocurridos desde que decidió marcharse de su casa por una nota. Queria ver a su madre, abrazarla sentir el cariño de los suyos. No encontraba nada asique se puso tan nervioso que se tumbo en el suelo a tranquilizarse. Este se quedo dormido. Al despertar se encontró a su lado un teléfono móvil con el que no dudo en llamar. Llamo a su hermana por que solo recordaba su número de teléfono.  No cogía la llamada, pensaba que estaría dando una vuelta o dormida o algo. Al rato después volvió a llamar con la esperanza de que lo cogiese, esta vez lo cojio. La chica dijo: ¿Hola? Daniel sonrio al oir la voz de su hermana a la que aveces no aguantaba. Su hermana esperaba una respuesta y Daniel la dijo que era el que estaba bien y que no se preocupasen que pronto regresaría a casa pero un a sombra en el suelo asusto a Daniel tirando el móvil al suelo instantáneamente.


Capítulo 15: LA HUIDA (Ana Gutiérrez Lajo)
Detrás de él había un chico el doble de alto y fuerte que él. Daniel se coló entre sus piernas y empezó a correr deseando encontrar una salida por donde huir de allí. Iba tocando las paredes intentando encontrar algo por donde salir. Daniel vio al lado del cuadro un pequeño botón y retiró el cuadro rápidamente, pulsó el botón y empujando la pared pudo salir. Echó a correr, pero eso sí, antes cerró la puerta por donde había salido y coloco una silla del salón de la casa en el picaporte como había visto hacer en muchas películas de aventuras. La casa de Carlos estaba a las afueras de la ciudad y Daniel no tenía mucho tiempo para huir porque pocos segundos después Carlos y su pandilla le estarían persiguiendo para atraparle de nuevo. Sin saber qué hacer e invadido por el pánico Daniel comenzó a correr pero no sabía hacia donde se dirigía. Después de un buen rato cansado se sentó en un banco para pensar qué podía hacer. Había conseguido escapar de Carlos pero ahora que iba a hacer no sabía cómo volver a casa, no tenia móvil ni dinero, su bicicleta a saber donde estaba y ¿a quién podía pedir ayuda? Daniel desesperado y sin saber qué hacer comenzó a llorar. Mientras en la casa, Carlos lleno de ira daba golpes a las paredes y gritaba diciendo:
  • ¡Como se os ha podido escapar! Id a buscarle ahora mismo este desastre nos puede llevar a la ruina.
Daniel sin tener nada que perder se levantó del banco y avanzó hacia la casa que tenía enfrente. Llamó a la puerta y esperó con la esperanza de que alguien le abriera la puerta. Después de unos instantes una señora, de unos 70 años de edad aproximadamente, apareció frente a él.
  • Hola jovencito –Le dijo la señora – ¿Te encuentras bien? ¿Qué te ha pasado.
La señora al ver que Daniel no contestaba le invitó a pasar. Daniel decidió entrar, para su alegría en aquella casa vivía una señora mayor que seguramente estaría dispuesta a ayudarle. Pero claro cómo iba a contarle Daniel que el novio de su hermana le había secuestrado para que hiciera de conejillo de indias de un experimento que él decía que si funcionaba iba a salvar muchas vidas. Seguramente aquella señora conocería a Carlos porque él de pequeño siempre había vivido en este pueblo, según lo que le contó su hermana, entonces no se creería todo lo que había pasado Parecía una novela de misterio ¿cómo se lo iba a creer?
  • ¿Cómo te llamas? ¿Te has perdido?
Daniel sin saber que contestar afirmó con la cabeza
  • Sí, me he perdido me gustaría saber si me dejaría llamar por teléfono a mi casa.
  • Sí claro.
La señora se levantó y acercó el teléfono a Daniel para que llamase. Marcó el número y esperó hasta que una voz dijo por la otra línea
  • ¿Si quién es?
  • Mamá soy Daniel estoy bien. ¿Está Anabel en casa?
Su madre ignorando la pregunta de Daniel le empezó a preguntar todo tipo de cosas.
  • Daniel hijo ¿dónde has estado y con quién? ¿estás bien?. Estoy muy preocupada, ¿dónde estás? voy a ir a buscarte ahora mismo
  • Mamá que estoy bien ¿que si esta Anabel?
  • Si está, ahora te la paso –Dijo su madre de mala gana.
  • Daniel ¿Por qué me has colgado antes?
  • Escucha y no hagas preguntas ¿te acuerdas donde está la casa de los padres de Carlos cuando vinimos en vacaciones?
  • Sí ¿Por qué?.
  • Coge el coche y ven para acá lo más rápido posible, que no vengan ni mamá ni papá, estoy en casa de una señora. Es una casa con muchas flores y de color blanco, la verás en cuanto llegues al pueblo, es muy grande llama a la puerta cuando estés aquí.
Daniel dio las gracias a la señora y la preguntó si podía quedarse allí hasta que llegara su hermana, la señora con mucho gusto aceptó.





Capítulo 16: DE VUELTA A CASA (Marina Domínguez)


Daniel estuvo esperando con la señora una hora hasta la llegada de su hermana. Mientras esperaba le contó a la señora por qué se había ido de su casa, la señora le dijo que por suspender matemáticas no había que hacer tonterías, que podía causar mucho daño a su familia y que le podía haber pasado cualquier cosa.


A la llegada de Anabel, Daniel se puso muy nervioso porque no sabía cómo explicarla a ella que Carlos, su novio,  le había secuestrado; pensó que sería mejor decírselo cuando llegara a casa con sus padres y allí daría todas las explicaciones.

Dónde has estado? Nos tenías muy preocupados a todos.
Ya daré las explicaciones en casa de todo lo ocurrido, no te preocupes que te vas a quedar…
  • ¿De qué hablas? No digas bobadas, ¿tú sabes el susto que nos has dado a todos?
  • Bueno no  seas pesada, me voy a  despedir de la  señora y nos vamos para casa, tengo ganas de llegar y explicaros todo lo sucedido.
  • Vale, ya nos vamos.

Cuando Daniel y Anabel entraron a su casa no había nadie, Anabel llamó  a su madre y a su padre para que fuesen lo más rápido posible para su  casa.

El primero en llegar fue su  padre y dos minutos después su madre.  Su madre le abrazó fuerte y le preguntó que si estaba bien,  su padre dijo que ahora, que explicase por qué había hecho esto, por qué se había ido de casa sin avisarles y que dónde había estado todo este tiempo. Toda la  familia se sentó  en el sofá. Antes de empezar  la historia Daniel fue a la cocina a por un vaso de agua porque se veía a contar una larga historia. Cuando volvió al salón  empezó a explicar todo, lo iba a contar tal y como sucedieron los hechos.


Capítulo 17: La verdad (Adrián Carvalho)
De camino a su casa tanto él como su hermana no dijeron ni una palabra. Al llegar a casa sus padres se abalanzaron sobre Daniel, no se podía liberar de sus abrazos, lo siguiente que hizo su padre fue darle un tortazo por el susto que les dio, entonces se sentaron en las sillas del comedor y comenzaron a hablar. Comenzó su madre:
-Dónde has estado nos tenías muy preocupados. Dijo con voz de alegría a la vez de decepción.
-A que insensato se le ocurre. Continuó su padre enfadado. Danos una explicación.
-Daniel, casi sin palabras y tartamudeando se calmó y comenzó con la explicación: Como saqué mala nota en el examen que me haría repetir pensé que escaparme sería lo ideal…
-Todo es por los estudios, si estudiases no hubiese pasado todo esto. Interrumpió su padre.
-Bueno, pues que decidí escaparme, y pasados unos días me di cuenta, que Marcos me intentaba capturar para pediros dinero por el rescate..
-Mentiroso. Replicó su hermana
-Daniel quiso que Anabel lo entendiese, pero la cazurra de ella seguía con lo suyo.

Siguió contando lo poco que quedaba de la historia, y su madre cuando acabó le siguió preguntando las típicas preguntas de una madre. Al cabo de un rato parecía que ya estaba en la normalidad, cenó y se fue a la cama feliz por estar de nuevo con su familia.

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