En esta entrada iremos colgando vuestros trabajos para que todos podamos disfrutar de ellos.
ROSA
De verano en una tarde, ardeuna hermosa rosa roja.Una mariposa osacon el riesgo a ella acercarse.Con la mirada constante anteaquella extraña escena, cenapalabras, palabras que expresan pena.Luego frases suplicantes. Cantealguien que se encuentre entredonde llegará el mañana. Anaaún se esconde dondesiguen viviendo el ayer,decidle que en el mañanala rosa va a florecer.Carolina Préjano (2º C)
Recuerdos
cuerdos
Andando
alegremente, mente
humana divaga
vaga
la mente
encuentre entre
los recuerdos
cuerdos.
“Sus sueños
nuevos, vos
tenes que
olvidar”. Dar
las gracias al
argentino Tino
sabiendo, por
ti, su debilidad, dad
Las gracias
pues todo no es un recuerdo cuerdo
o un sueño con
posibilidad. Dad
las gracias
como puedas;
las gracias
correctamente, mente
humana es la
que divaga; vaga,
pues, la
realidad verdadera era.
Marina Pérez Prieto (2ºC)
EL PISUERGA
Mi pisuerga,mi pisuerga
naces en montaña verde
y cruzas sitios serenos.
Con tus sonidos laten,
los mas fuertes corazones.
Atravesando Castilla ,
por sus campos de cereal
marchas con paso ligero
acabando en el Duero.
Vaya nombre te pusieron
estos antiguos romanos ,
que de tus aguas bebieron
y en ellas se bañaron.
Y en Valladolid actual,
una playa has formado,
por lo que has arrastrado.
¡Ay Pisuerga ¡ay Pisuerga!
tú me llegas al corazón,
te sujetó la ribera
y tu agua me salpicó.
Todo fue un bello sueño
que el recuerdo me dejó,
de que yo te necesito
porque eres lo mejor.
Me divierto con tu agua
y por eso pierdo la razón
y cuando llega la noche,
todo sufre un apagón.
Adela Prieto (1ºC)
EL SUEÑO
Y de repente
se encendió la luz. Ya no estaba en aquel museo con el inmenso T-rex delante de
mis ojos. Estaba en la calle de un pueblo con un montón de gente circulando de
un sitio para otro. Era un pueblo bastante pequeño, rodeado de bosque y con
unas grandes montañas al fondo. Fui andando, me adentre en el bosque. Los
árboles de aquel bosque eran muy frondosos y con mucho ramaje. Espeluznante. El
camino del bosque a las montañas era corto así que decidí dirigirme hacia
ellas. Cuando llegue al pie de una montaña vi un cartel en el que ponía:
Cárpatos, Transilvania. Me quede asombrado pero no sabía qué hacer ni por qué
estaba allí. Me apresuré por un camino hacia la cima de la montaña. Tardé pero
tenía hambre y sed. Había vuelto al pueblo pero cuando miré a ver donde estaba
no lo encontré, había desaparecido. Antes de llegar a la cima noté movimiento y
observación. Procure ignorarlo pensando que fuese un animal. Llegue a una
explanada a unos mil metros del suelo. Desde allí vi un castillo en una ladera
cercana. Me daba mala espina pero eran los únicos indicios de vida. Llame a la
puerta y un hombre alto, encorvado y vestido de negro me abrió la puerta. Me
pareció bastante extraño que alguien viviese en aquel castillo.
-Hola, me he
perdido y llevo unas cuantas horas sin comer, ¿podría pasar y comer algo?-Le
dije.
-Hola
chaval, claro pasa. -Respondió el.
Llamó a toda
su familia y me presenté. Él se llamaba Walter, su mujer Jessica y su hija Ylea. Su hija era muy
guapa, de cabello oscuro pero no muy largo, ojos azules y largos. Llevaba
puesto un vestido de cuello alto y medias negras con rayas rojas. Me quede
mirándola un tiempo, asombrado por su belleza. A continuación me invitaron a
comer. Después de haber saciado mi hambre y mi sed me invitaron a quedarme a
dormir. No tenía a dónde ir así que acepté. Para mi agrado dormí en el cuarto
de Ylea. Era muy amable y parecía interesada por lo que hacía allí sin saber
por qué estaba y cuándo había aparecido. A media noche ella se fue y me quedé
solo. Durante toda la noche oí pasos y jaleo, incluso gritos. Cuando al fin me
dormí tuve pesadillas y me desperté en una habitación bastante sucia con los
pies atados al igual que las manos. Unos minutos después entró Ylea muy
alterada. Le pregunté lo que hacía yo allí.
-No hay
tiempo para preguntas. –me dijo.
Con rapidez
me desató y salimos de aquella habitación con sigilo. Nos encontramos con los
padres de Ylea pero no estaban como antes. Esta vez tenían los ojos
ensangrentados y sacaban por fuera de la boca unos grandes colmillos.
¡Vampiros! Pensé. No había otra explicación. Ylea me agarró y empezó a correr
muy muy rápido hasta llegar hasta una habitación que se encontraba oculta
debajo de la chimenea.
-Mis padres
lo creas o no quieren comerte ya que somos vampiros. Nací con esa carga tan
pesada.
Yo la
acaricié el pelo.
-No
recibimos muchas visitas y yo nací sin probar la sangre así que puedo
controlarme pero mis padres no. Pero queda el pasadizo subterráneo.
-Pues
adelante.
No podemos
así como así, siendo normal no podrás escapar. Solo queda que seas un vampiro.
Pero no quiero que te conviertas en uno.
-Prefiero
eso a morir.
Los dos nos
miramos con mucha profundidad y acabamos besándonos. Después me acercó so boca
en mi cuello y algo lamentada me mordió. Conseguí escapar pero de repente me
desperté. Me toqué el cuello y aún seguía allí la marca de los dientes de Ylea.
El dinosaurio aún seguía allí.
Roberto Salamanca (1ºC)
Coches circulando por la
ciudad audaz.
decirle ella que le falta sal, Al,
La Navidad
Todos nos reunimos; primos,
hermanos y vecinos
libertinos.
En estas señaladas fechas,
hechas
con tanto amor y armonía; día
a día
te damos gracias por estas
fechas de esplendor Señor.
Desayunamos, comemos y
cenamos, hermanos
todos juntos, nos reparten con el cazo lechazo,
por la noche con luna
creciente. Gente indiferente
disfruta de un caluroso
ambiente diferente
al de otras noches.
La leña arde tarde, los niños
esperan ansiosos, liosos
entre el árbol de Navidad, raudaz
Papá Noel deja sus regalos,
malos a veces,
en la chimenea. Andrea se
levantó
rápidamente y ansiosa.
Sosamente
respondió: ¡A mí este regalo
no me gusta ni un pijo¡ -dijo.
Amancio Martín (2ºB)
Rima a Tom
En una selva espesa, pesa
Tom el elefante, un tronco hueco, eco
el que hace cuando barrunta ,unta
de barro su casa. Asa
una masa de flores con forma de soles,
¡oles ¡
no paraban de repetir los otros
elefantes, antes
de que Tom sirviese, ese
tronco a su madre maravillosa. Osa
otro amigo lo prueba, Eva
también. ¡ Bien!
-dice Tom, más sal echaré, haré
además una tarta, harta
se quedó su madre y dijo al fin, fin.
Ramón Izquierdo (2ºB)
SONETO
NETO
Me encontré yo con un
paisano “sano”
en un bar, pidió por
instinto tinto,
dijo que tocaba el
requinto quinto
cuando esperaba en el
rellano llano.
Le oí decir: <<
Soy pagano. Gano
algo pintando
variopinto. Pinto
edificios, como
recintos. Cintos
fabrica rápido mi
hermano. Mano
a mano tiñó mis
cercanas canas
con su hijo que dio
el estirón. Tirón
le dimos todos en la oreja. Reja
pusimos sobre la
campana, pana
parecía. En el
maratón, Ratón
me vio y le dije: “La
madeja deja”>>
Silvia López (2ºB)
LOS COLORES
Azul como el cielo
Blanco como el papel
Cian como el agua
Dorado como el oro
Esmeralda como el color
Frambuesa como la fruta
Gris como el cielo en tormenta
Humo como el del tabaco
Índigo como el violeta
Jade como el verde
Kaki como la fruta
Lila como el morado
Llama como el fuego
Morado como purple
Negro como el carbón
Ñora como el pimiento
Oro como el mineral
Púrpura como la berenjena
Quebrado como el cristal
Rojo como la sangre
Salmón como el pez
Turquesa como el mar
Uva como la parra
Verde esmeralda
*Walda como la bandera
Xenon como los faros
Yema como la del huevo
Zafiro como el mineral.
Me encanta el relato es super bonito es normal que haya sacado un 10 es una pasada
ResponderEliminarme gusta todo lo de segundo y lo de primero
ResponderEliminarEl libro está muy bien. La poesía de Adela está muy bien también.
ResponderEliminar